El principal objetivo de este programa es acompañar al escalador en la transición de la escalada deportiva a la escalada clásica y alpina. A través de una formación estructurada y tutelada, buscamos que los participantes adquieran los conocimientos, técnicas y criterios necesarios para desenvolverse con seguridad en terrenos menos equipados y de mayor compromiso.

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Durante los nueve meses de duración, con una salida mensual, se abordarán de forma progresiva los aspectos fundamentales de la escalada clásica: desde la correcta colocación de seguros flotantes, montaje de reuniones y gestión del material, hasta la planificación de itinerarios y la toma de decisiones en entornos cambiantes. Todo ello se trabajará en situaciones prácticas, siempre bajo la supervisión de un técnico titulado.

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Además, se prestará especial atención a maniobras clave para la autonomía en montaña, como el aseguramiento en vías de varios largos, el rapel, el autorrescate y las técnicas de progresión en cordada. El objetivo no es únicamente aprender gestos técnicos, sino también desarrollar criterio, confianza y capacidad de resolución en escenarios reales de escalada alpina.

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En definitiva, esta tecnificación busca que cada participante complete un recorrido formativo que le permita evolucionar como escalador y afrontar con seguridad y autonomía todo tipo de itinerarios: desde vías equipadas hasta terrenos semiequipados o totalmente de aventura, abriendo la puerta a un mundo más amplio de experiencias en la montaña.